domingo, 30 de enero de 2011

Periodismo del siglo XXI

El Mundo del Siglo XXI ha estrenado hoy una colección que enriquecerá de sabiduría sus bibliotecas y sobremesas: Las Claves de la Ciencia, dirigida por Eduardo Punset.

El primer volumen trata el origen del universo, ofreciéndonos una ingente cantidad de datos curiosos e imágenes sorprendentes, siempre desde el rigor y la amenidad que caracterizan al escritor -entre otras muchas facetas- catalán.

Temprano, he bajado al kiosko para hacerme con el libro. Venía acompañado de un periódico que he hojeado sin demasiado interés -salvo la entrevista con Rajoy que me la he empapado entera-, y un plástico transparente que contenía en su interior una revista denominada Magazine ejerciendo de suplemento.

La portada del mencionado Magazine nos proponía un ejercicio comparativo entre dos de los rostros más populares del panorama político: Rajoy y Rubalcaba, para el cual el avispado periodista había sustraído el pelo de la cabeza de aquél, para colocárselo a éste. Debajo, un subtítulo que evocaba tiempos pretéritos, cuando Joaquín Almunia luchaba por llegar a la Moncloa: CALVICIE Y PODER - España se resiste a elegir como presidente a un político con poco pelo.

¿Ya estamos otra vez con eso? ¿Con que los calvos no pueden presidir un gobierno? ¿Acaso las mejores ideas políticas emanan del cabello del gobernante? Rubalcaba no está rapado al cero, ¿no puede obtener buenas ideas del pelo que tiene sobre las orejas?

En páginas interiores, le dedican una página a cada uno de los cuatro presidentes electos de la democracia: Zapatero, Aznar, González y Suárez, mostrando una foto no manipulada -en pequeñito-, y a continuación, en grande, un hábil montaje en el que lucen una brillante calvorota. Otro gallo les habría cantado a los mandatarios, insinúa el panfleto, de haber sido ésta su apariencia real.

Señores, vamos a ser un poquito más serios. Que se ve demasiado el plumero.

Muy diferente era el debate suscitado hace un par de años acerca de la posibilidad de que Estados Unidos tuviera un presidente negro. El racismo en aquel país es una lacra social que, a día de hoy, dista mucho de estar superada. Aunque asumíamos que el color de la piel no condiciona las aptitudes para el cargo, no éramos ajenos al déficit de votantes con el que partía Obama. Había una explicación no exenta de lógica.

¿Pero la calvicie? Sinceramente, no es el tipo de estudio que espero encontrar en "la prensa seria".

Ya espero impaciente las inminentes secuelas: "Se demuestra que el 43% de los líderes políticos que llevan mal puesto el nudo de la corbata no son capaces de anticipar las dimensiones de una crisis" o "¿para cuando una ministra buenorra?".

sábado, 29 de enero de 2011

La habilidad en el recorte

Tras mis dos últimos artículos, ambos de marcado carácter futbolero, apuesto a que el 95% habéis encarado éste convencidos, por su título, de que os iba a deleitar con las mejores filigranas de El Buitre.

No van por ahí los tiros.

Hemos asistido en las últimas semanas al apretamiento de cinturón que sugieren las medidas adoptadas por el Gobierno de la Región de Murcia, de la mano de su presidente Ramón Luis Valcárcel. Como medidas más impopulares, destacan el aumento en la jornada laboral de los funcionarios, pasando de 35 a 37,5 ó 40 horas -en función de si el interfecto está adscrito a dedicación normal o especial-, o algunas otras reformas que afectan principalmente al personal sanitario.

Siempre lo pensaré cien veces antes de juzgar negativamente la actuación de un gobierno, sea nacional o regional, en lo que a este tipo de actuaciones respecta. Asumo que no hay medida más impopular y que castigue más a un gobierno que reducir privilegios al votante. Cuando lo hacen, por algo será, siempre me digo. Ésta no es una excepción.

El asunto seguirá dando de qué hablar en las próxmas semanas. Asistiremos a la evolución del programa de recortes, que probablemente se verá modificado tras las correspondientes negociaciones con los sindicatos.

Por otra parte, hoy he leído una nota de prensa que, cuanto menos, invita a la reflexión: La Región de Murcia concentra el 8,1% de las autovías autonómicas españolas 

Y me pregunto: ¿no parece haber una cierta colisión entre una noticia y otra? ¿Es compatible promover recortes porque estamos en crisis y, paralelamente, exponer públicamente el buen trabajo que se está haciendo en la construcción de carreteras? ¿Es imprescindible que el desplazamiento entre dos pueblos cualesquiera discurra por autovía?

Como usuario del sistema de carreteras, me favorece el ahorro de algunos minutos en el trayecto de Murcia al Puerto de Mazarrón desde que se abrió el tramo de autovía de Totana a Mazarrón; pero si estos avances son a costa de poner en peligro la continuidad del estado del bienestar en la Región, tal vez prefiera seguir yendo por la comarcal de toda la vida.

¿Qué pensáis? ¿Pensáis que este gasto es un grano de arena en el desierto y, por tanto, carece de sentido cuestionarlo? ¿Consideráis que estas mejoras en las infraestructuras son positivas por el simple hecho de generar empleo?

P.D.: Paradójicamente, la comarca del Altiplano (Jumilla - Yecla), una de las más transitadas de la Región por ser vía de comunicación entre Andalucía y Valencia, es la única que aún no dispone de autovía.

viernes, 28 de enero de 2011

Emmanuel Adebayor: la perla de Argüelles

La redacción de EBDJASA ha tenido acceso a un documento confidencial producto de un estudio elaborado por el diario británico The Sun. Todavía se desconoce si esta investigación verá finalmente la luz. En ella, estudian a fondo los movimientos de decenas de jugadores procedentes de diversas zonas de Madrid -y no sólo de la capital de España: Extremadura, Andalucía, Castilla La Mancha, entre otras regiones-, implicados en una compleja trama de cambios de identidad y falsedad documental.

Emmanuel Adebayor es uno de ellos. El ahora conocido como jugador togolés, en realidad es Manuel Adeva Llor. De padre toledano y madre alicantina, nació y se crió en el barrio madrileño de Argüelles, lugar donde dio sus primeras patadas a un balón espoleado por su tío, el que fuera jugador profesional de fútbol-sala Antonio Adeva, internacional con la selección española en un montón (¡viva la precisión periodística!) de ocasiones.

La mala gestión de la cantera, pronto le cerraría las puertas del éxito en el club de sus amores, el Real Madrid, donde despuntaba en cadetes en el año 1999. Todo cambió el día en que, al salir de un entrenamiento previo al partido de máxima rivalidad contra el cadete del Rayo Vallecano, escuchaba una conversación entre el padre de un compañero y su propio padre, quienes ignoraban que los mensajes que se transmitían marcarían a sus hijos para siempre:

- Si te lo digo yo Juan, que aquí estos críos lo tienen muy difícil, porque Don Lorenzo, ese que tanto te gusta, no les da oportunidades.
- A mí no me gusta, yo estoy deseando que haya elecciones a ver si viene otro mejor...
- Ya, el Florentino ese... el caso es que aquí, o tu crío es negro, o brasileño, o argentino, o de por ahí fuera, o no lo quieren. Convéncete Juan, convéncete...
- Sí, si puede que tengas razón, pero bueno, qué le vamos a hacer; mi crío es de Argüelles, y siempre será de Argüelles...

Really?

El bueno de Manuel estuvo noches sin dormir. ¿Estaba perdiendo el tiempo? Tuvo serios problemas para mantener la concentración y ante el Rayo Vallecano tuvo que ser sustituido en el descanso. Perdieron 3-0.

Y decidió dar un giro a su vida. Conoció a unos tipos de su barrio -un tanto pintorescos- quienes le proporcionaron lo que necesitaba: pintura negra de la que no se va y un chute hormonal que cambió su fisonomía, haciéndolo más corpulento de forma progresiva. El siguiente paso fue raparse al cero y plantar en su cabeza semillas de rasta de las caras, de las que crecen rápido. En pocos días lucía un atractivo peinado.

Hizo las maletas una fría mañana de noviembre de 1999 y se marchó de casa, solo, rumbo a la vecina Francia. Allí, esperaba llegar a Metz tras una larga odisea, que incluiría la concatenación de muy diversas líneas de autobús. Había depositado todas sus esperanzas en Jean-François Dubois, entrenador del equipo cadete del Metz contra el que se había enfrentado en un reciente campeonato. El técnico le brindó un cálido recibimiento, le acogió en su casa y se encargó de que no le faltara de nada. Superadas las primeras dificultades -el francés, al ver llamar a su puerta a un gigantesco joven negro, que decía llamarse Manolo, ser madrileño y haber jugado contra él recientemente, no sabía si sacar la escopeta o llamar al manicomio-, todo fueron facilidades para él.

Dubois decidió ayudarle. Le inventó una nacionalidad y un pasado. Buscaron un país africano donde el francés fuera la lengua principal, para que todo fuera más fácil. Y la elección fue Togo. Le incorporó a las categorías inferiores donde le presentó como Emmanuel Adebayor. Nunca, nadie supo la verdad en Metz, ni tampoco en Mónaco, su siguiente destino.

La inyección hormonal que recibió en sus primeros años de negro, le sirvió para despuntar sobremanera en los terrenos de juego franceses. Los éxitos se sucedían sin cesar. Un día, recibió la llamada del Arsenal, y el resto es historia conocida.

En enero del 2011, Manuel Adeva, ha visto su sueño hecho realidad: va a vestir la camiseta del equipo de sus sueños, el equipo que le vio marcar sus primeros goles, esta vez en un Santiago Bernabéu lleno hasta la bandera. El camino ha sido duro, pero ha merecido la pena, debe pensar el togolés.

Sólo él y Dubois conocen la verdad.

Copa del Rey: Ida de las semifinales

Ayer se disputaron los partidos de ida de las dos semifinales de la Copa de Su Majestad El Rey, uno de los trofeos que, junto con la Liga, la Copa de la UEFA, la Copa del Generalísimo y la Copa Korac, se postulaba para ganar el Rayo Vallecano según su recién coronado presidente, José María Ruiz-Mateos, allá por el año 1992.

Sevilla 0 Real Madrid 1

A las 20h, en el Sánchez Pizjuán, se disputaba el partido -a priori- más igualado de los dos. Sevilla - Real Madrid. Los locales se habían conjurado para ganar el partido, por lo civil o por lo criminal. En la que está siendo una temporada muy por debajo de su potencial real, el club deposita ahora gran parte de sus esperanzas en la Copa del Rey para salvar la campaña.

Grabaron una campaña publicitaria, con participación de los jugadores, que había suscitado una justificada polémica en los medios de comunicación en las horas previas al partido. Se les acusaba de incitación a la violencia, y no sin razón. En estos casos, no es infrecuente que alguien malinterprete el mensaje y trascienda las fronteras de lo deportivo. La crispación generada puede derivar en lanzamientos de objetos, invasiones de campo, pedradas a los autocares, entre otras manifestaciones. Sabemos que estas cosas pasan y es un grave error alimentarlas. Al igual que yo no me bebo una botella de whisky antes de emprender un viaje por carretera, los clubes no deben enviar este tipo de mensajes a sus aficionados.

Las provocaciones en portugués, sobraban. Hay que dejar que sea la muchedumbre de la grada quien juzgue con sus silbidos y abucheos al equipo rival, o a su técnico en este caso.

Y, quien me conoce, sabe que no es exactamente saltar de alegría lo que hago cuando marca Zerresiete. Pero procuro ser objetivo.

El gol fantasma

Al filo del descanso, Albiol saca un balón sobre la línea de gol.

El árbitro acierta. Da igual si el balón entra o no. El árbitro acierta. ¿Por qué? Pues sencillamente porque después de ver dieciséis repeticiones es casi imposible asegurar si el balón traspasa completamente la línea. En tiempo real, un ser humano (el árbitro) no puede ser capaz de emitir un juicio firme e inequívoco sobre el lance. El reglamento dice que no debe conceder gol si no está seguro de ello. Y el sentido común -al menos el mío-, en esto concuerda con el reglamento, sin duda.

Mi buen amigo Agustín analizaba la jugada con su habitual rigor:

A la izquierda os muestro uno de los croquis que dibujó para representar la situación. Observad como esa máxima que dice que "si se ve césped entre el balón y la línea, es gol", en este caso se cae por los suelos. Y todo se debe a que el balón es redondo. Hay verde entre el esférico y la cal, pero la proyección vertical de la parte más exterior del balón cae sobre la línea de cal. Por tanto parece que no entra.

¡Uf! ¡Qué complicado!

Y ahora es cuando toca hablar de la tecnología. Me resulta fascinante comprobar que los adelantos tecnológicos contribuyen a mejorar un sistema, en cualquier ámbito. Celebré en su momento el ojo del halcón del tenis, y el instant replay en baloncesto. Desde su puesta en marcha, ambos sistemas han impartido justicia y colaborado en la descrispación de los ánimos en las pistas. ¿Y en fútbol qué? ¿Por qué no? ¿Acaso no hay dinero para innovar? Evidentemente sí lo hay. ¿Qué intereses tienen FIFA/UEFA en que todo siga igual? ¿Nos están queriendo decir que el fútbol vende gracias a la polémica? La mayoría de los aficionados que van al estadio, ¿acuden ansiosos por ver penaltis inexistentes y fueras de juego no señalados? Me cuesta creerlo, sinceramente. Que la polémica genera mucho juego, de acuerdo. Que la polémica es la salsa del fútbol, nanai.

F.C.Barcelona 5 Almería 0

Cuando todavía estaban estirando los jugadores del Sevilla y del Real Madrid, el Barça ya ganaba 3-0. Y es que comentar los partidos del equipo de Guardiola se está convirtiendo en una reiteración continua: juego rápido, ideas claras, verticalidad, precisión, efectividad. Y un largo etcétera. No se descubrió nada nuevo: este equipo gana los partidos con una solvencia insultante. No tiene rival, hoy por hoy.

En cualquier caso, la final promete ser apasionante. Podemos estar seguros de que los de Mourinho (o los de Manzano) van a vender muy cara su derrota.

miércoles, 26 de enero de 2011

La Ley Sinde o cómo dar palos de ciego

Cuando un porcentaje tan alto de la población se siente afectado por alguna cuestión, se generan abundantes ríos de tinta: los medios escriben y reescriben sobre el asunto, los protagonistas discuten públicamente y la calle opina. Entre todos damos lugar a debates muy interesantes.

La ley Sinde nace como una disposición adicional en el Proyecto de Ley de Economía Sostenible. El objetivo de ésta es modernizar el país, adaptarnos a las exigencias de un entorno cambiante. Reinventarnos. El fin de aquella es proteger la propiedad intelectual. Actuar sobre ese vacío legal que existe actualmente que permite a cualquier ciudadano acumular colecciones de música (y películas, videojuegos, libros, etc.) sin que los autores obtengan compensación alguna.

Hasta aquí, todo suena bien.

En los últimos meses, hemos asistido a continuos cruces de valoraciones presididos por la desinformación, la confusión y el linchamiento gratuito. Los erigidos en representantes de la propiedad intelectual, entre los que incluimos a la SGAE, a exmiembros de la SGAE y a algunos artistas, han persistido en su intento de confundir a la opinión pública, definiendo la figura del internauta como un desaprensivo ladrón que se cuela en casa ajena y la saquea de forma gradual y silenciosa.

Y esto no lo podemos permitir. No debemos consentir que nos conviertan en promotores de la cultura del todo gratis, como algunos han declarado. Nadie cree que todo deba ser gratis, salvo una minoría irreductible que, gracias al matemático funcionamiento de la estadística y la probabilidad, siempre encontraremos donde quiera que vayamos.

Por otra parte, la posición del todavía presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Álex de la Iglesia, ha ido evolucionando en las últimas semanas. Asistió con ciertas reservas a una reunión con un grupo de representantes de los internautas, la víspera de Nochevieja. Allí esperaba encontrarse un pelotón de fusilamiento disparando absurdos y estólidos argumentos contra la ley Sinde, indignados por no poder actualizar sus pobladas estanterías con los últimos éxitos del panorama musical.

Y se sorprendió. Se encontró con un grupo de personas cargado de sensatez y muy consciente del entorno social y tecnológico en el que se mueve. Allí había abogados (expertos en derecho informático), empresarios, gurús del marketing. Gente que ha desarrollado proyectos con éxito en Internet. No se encontró, como muchos esperaban, con una cuadrilla de Enjutos Mojamutos protestando con tanta torpeza como escasa base argumental.

Hubo un antes y un después de esa reunión. Álex escuchó lo que le transmitieron. Se respiró un clima de trabajo en equipo. Entre todos, sacaron una conclusión cristalina: los tiempos han cambiado, y tenemos que reinventarnos. Hay que redefinir los modelos de negocio culturales. Y esto no va a ser fácil ni rápido. Hay que buscar nuevas formas de remunerar a los autores. Llegar a acuerdos con las productoras, las discográficas, las telecos y los usuarios. Insisto, es difícil, pero cosas más difíciles se han resuelto.

Unos días después, Pilar Bardem escribe este artículo. ¿Pero es que no hemos entendido nada de todo esto?

El día siete de enero, la Ministra de Cultura convoca una nueva reunión. Esta vez, en lugar de seleccionar una concurrencia que represente a todos los espectros de opinión para así fomentar un diálogo constructivo, convoca a trece o catorce defensores recalcitrantes de la ley Sinde y a un cabeza de turco llamado Amador Fernández-Savater, reconocido defensor de la cultura libre. El objetivo teórico: buscar soluciones. El objetivo subyacente: reafirmarse en su posición. Como la unión hace la fuerza, a este nos lo comemos con patatas, pensarían. Increíble. Amador nos cuenta lo que vivió en esa reunión en un artículo muy interesante.

Álex se va dando cuenta de la Ministra no pretendía que en aquella primera reunión con los internautas se buscaran soluciones. Sólo darle un poco de voz (nunca voto) al pueblo en todo este asunto. Para venderles la burra y ganar algo de tiempo. Él no está ahí para esto.

Y dimite. Porque ha entendido que con esta ley sólo estamos dando palos de ciego. Porque en los años 90 una disposición judicial cerró el Napster. Pocos días después teníamos el WinMX, el Kazaa, el Audiogalaxy, Edonkey, Emule, Bit Torrent. Y ahora las descargas directas. No acabas con la mal llamada piratería cerrando cuatro webs. Ni de coña.

Como siempre, dejemos pasar un tiempo, a ver qué pasa.

¿Vosotros creéis que se ha resuelto algo con la ley Sinde?

martes, 25 de enero de 2011

Correr es muy caro

Como bien sabéis algunos e ignoráis otros, el martes es, desde hace varios años, el día elegido para salir a comer por ahí con los compañeros del trabajo. El resto de días (de lunes a jueves), comemos en el trabajo, pues trabajamos a 30km de casa y todavía no existe un medio de transporte que convierta este tránsito en la alternativa óptima para las dos horas libres que la empresa nos concede a mediodía.

Esta vez no voy a decir aquello de "tal vez otro día os cuente cómo el martes se convirtió en el día D". Lo explicaré aquí y ahora: allá por el año 2007, mi buen compañero y amigo Pablete (también conocido como Pablo) y yo, asistíamos con regularidad a la sala de fitness de la empresa, también conocida como el gimnasio, rentabilizando al máximo el ya mencionado intervalo de dos horas.

Un buen día, Rei, nuestro adorado monitor (también conocido como Reinaldo), nos explicaba que estaba intentando constituir un grupo para una nueva actividad periódica: spinning, o como él lo llamó en aquel momento: ciclo-indoor.

Inciso: ahí comprendí la utilidad de los neologismos para los especialistas en una materia:  diferenciarse de la plebe. Cuando nadie sabía lo que significaba spinning, ellos lo decían sin cesar, colaban la palabra en todas las conversaciones ("Acabo de ver a tu sobrino", "claro, vendría de hacer spinning", "mmm... ¡pero si tu sobrino tiene cuatro meses!..."), ganándose con todo merecimiento la admiración del profano. Ahora que la palabrita es casi tan conocida como Bollycao o Scalextric, ellos tienen que seguir justificando su sueldo. Y se inventan otra para transmitir lo mismo. Cosas de la vida.

Nos subimos a la bicicleta unas dos o tres semanas. O lo que es lo mismo, unas dos o tres veces. Hasta que reparamos en un importante detalle. Un día, Pablete me dijo: "oye tío... esto del spinning... cansa mucho, ¿no?", "¡Joooder! ¡¡Que si cansa!!". Las semanas siguientes buscamos la forma de escaquearnos. ¿Buscabais la forma?, exclamaréis sorprendidos, echando la cabeza hacia atrás y pegando la barbilla al esternón. Era tan sencillo como no entrar, y punto, ¿no? Pues no era tan sencillo, no, porque si en la clase éramos cuatro y la mitad hacía novillos, el bueno de Rei, de cierta propensión al escaqueo, veía el túnel que franqueaba su escapatoria, cual Andy Dufresne (pronúnciese Dufréin), y cancelaba la clase.

Inciso-2: ¿por qué lo llaman clase? ¿Qué enseñan? Alguien me dijo una vez que "se llama clase porque el monitor se pone de cara a los asistentes". Desde entonces llamo profesores a los camareros.

Y así comenzaron las comidas de los martes. Pablete y yo, que tenemos tan buen corazón, no sabíamos decir que no, y entrábamos una y otra vez a la dichosa salita a practicar ese desganado pedaleo que nos caracterizaba. ¿Y qué hicimos? Pensar. ¿Cuál es la forma más fácil de rehusar la invitación a la clase de spinning? Ésta es fácil: no estando presente cuando recibes la invitación. ¿Y qué mejor forma de no estar presente en un sitio? Estando presente en otro sitio (me acabo de lucir). ¿Y cuál es el sitio en el que mejor damos la talla? Pues está claro: comiendo y bebiendo, actividades en las que despuntamos sobremanera gracias a haber completado un meticuloso plan de entrenamiento progresivo, durante muchos años.

Terminamos por hoy. Ah, sí, se me olvidaba un detalle. Correr es muy caro. Pablete ha estado a punto de convencernos de que la práctica amateur del ciclismo es mucho más barata que salir a correr. Incluso ha sido capaz de razonarlo. Lo que no consiga la comida del martes...

lunes, 24 de enero de 2011

Sobre lunes y ciclos

Hoy es lunes, ¿verdad? Reina la apatía. Y con ella la dejadez, los gestos torcidos, la desidia, las pocas ganas de vivir.

Mañana y pasado, estaremos algo más integrados en la sociedad, en nuestro entorno. Tal vez incluso produzcamos algo.

El jueves nos levantaremos pensando "mañana es viernes", y empezaremos a sentir esa ansiedad que provoca la impaciencia.

Y de repente... ¡TACHANNN! Llega el viernes. Ese día en el que los dolores crónicos desaparecen, o se convierten en una caricatura de sí mismos. Hacemos planes. Somos felices. Se nos pasa el día de trabajo despacio, pero no nos importa. Mantenemos esa pánfila sonrisa en el rostro. Salimos de trabajar y disfrutamos muchísimo del fin de semana. Nos hartamos de alcohol, de comer, de reír, de fumar, de hacer planes de futuro. Disfrutamos de la vida. No queremos que el tiempo pase.

Y vuelta a empezar.

Volvemos a ese día llamado lunes en el que volvemos a escuchar las mismas cosas de las mismas personas en el mismo sitio y a la misma hora. A medida que nuestra edad aumenta, la imaginación se reduce. Nos dedicamos a repetir las mismas conversaciones, una y otra vez. "¿Qué? ¿Cómo vas?", "Pues de lunes", "Ya ves". De nuevo reina la apatía, la desidia, y todo aquello...

Y tal vez os estéis preguntando, ¿dónde quieres ir a parar, adorado bloguero? Pues el mensaje es sencillo. ¿Cómo the hell somos capaces de sobredimensionar tanto nuestras emociones? ¿Acaso el viernes cuando tan dichosos nos sentíamos no éramos conscientes de la proximidad de un nuevo lunes? Y cuando llega éste, ¿no somos capaces de hacernos cargo de la incuestionable finitud de la semana? Pues parece ser que no. Hay una frase muy repetida por los futbolistas (algún día analizaremos su siempre chispeante verborrea) que reza así: "ni somos tan buenos ahora, ni éramos tan malos antes". Generalmente, suelen decirla tras recibir cera y elogios, a partes iguales, en un corto espacio de tiempo.

Poco tienen que enseñarnos estos profesionales fuera del terreno de juego. Pero si somos capaces de metaforizar esta frase y aplicarnos al cuento, otro gallo nos cantará. ¡Salgamos el lunes de la cama con optimismo! Estamos vivos, nuestra vida está cargada de matices de los que enorgullecernos, en los que apoyarnos y con los que disfrutar.

Démonos cuenta de que el pesimismo no nos ayuda en nada. Los mecanismos de sobreprotección (me mentalizo de que todo me irá mal, y así el día que efectivamente me vaya mal no me llevo sorpresas) nos perjudican más que nos ayudan, pues transcurriremos por nuestros días cargados de malas sensaciones.

Aquellos que ya habéis rebasado la treintena, ¿tenéis la sensación de que los años avanzan ahora más rápido que antes? Seguro que incluso os cuesta creeros la edad que tenéis. Y todo viene por lo mismo: la mayor parte de los días de nuestra vida estamos deseando que pasen rápido.

Alguien dijo alguna vez que la vida es lo que pasa mientras esperamos que ocurra algo...

domingo, 23 de enero de 2011

Mi primera carrera Chispas

Os acordáis del anuncio aquél, ¿no?

Como ayer os anticipé, hoy era la primera vez que hacía una carrera de orientación en solitario. Llevamos un par de años participando por parejas, pese a no existir esta modalidad. La organización de las pruebas te permite juntarte con otro corredor siempre y cuando te inscribas en una de las categorías abiertas: OPEN-ROJO, OPEN-AMARILLO u OPEN-NARANJA.

En estos años, nos hemos caracterizado por hacer un agradecido servicio a la comunidad: no permitimos que nadie quede último. Adivináis cómo, ¿verdad?

Hoy, no tenía claro qué ropa era la más adecuada. Si hubiera sido una carrera popular, la decisión habría sido sencilla: la ropa de correr. De haberse tratado de una prueba de orientación por la montaña, no habría dudado: mi habitual pantalón de chándal (que, por cierto, lo llevo cedido de la cintura; los cordones me proporcionan sujeción cero y, de vez en cuando, la gravedad hace su trabajo: noto un cierto frescor subir pantorrilla arriba, me tropiezo y me caigo; bueno, ya sabéis que soy un poco exagerado, pero os hacéis una idea) de montaña y mi clásica sudadera gris de los Sonics (equipo con el que no me une ningún vínculo sentimental o de otra índole: me la compré porque era de las más baratas de la tienda).

Al tratarse de una confusa mezcla entre carrera popular urbana y prueba de orientación montañera, no sabía qué hacer. Al final, he optado por las mallas de correr (I feel so sexy...) y dos mangas (en la parte del pescuezo), pues hacía un frío del carallo.

Y vaya si hacía frío, vive José Antonio Maldonado. Cuando he salido de la cama y recibido la internáutica noticia de que rondábamos los 0ºC he sabido que íbamos a cagar las plumas. Tenía tanto frío, que he estado a punto de irme en pijama. De hecho, ayer tenía tanto frío cuando fui a ponérmelo, que estuve a punto de acostarme con los vaqueros y el jersey que llevaba. La historia se repite, una y otra vez, con el frío como inoportuno protagonista; gracias a haber derrochado valentía y arrojo, día tras día, no he ido a participar en la prueba de orientación con el traje de la comunión.

La carrera ha estado muy bien. Creo que he cometido los típicos errores del principiante, especialmente en los primeros minutos, pues he tardado un ratito en ubicarme. Más mental que geográficamente. Una vez clarificada mi posición en el mapa, he encontrado la primera baliza con facilidad, así como las sucesivas... hasta que me he metido en el casco viejo de Molina y no sabía muy bien dónde estaba. He circulado como pollo sin cabezaAgustín) durante unos segundos (decenas) hasta que he conseguido orientarme. Es curioso, creo que me ha salvado la intuición. Y yo que creía que no tenía de eso.

Después, algún error más del que he salido bien airoso (sin ponerme nervioso y buscando algo significativo para reconducir mi camino), he llegado de nuevo al parque, lugar donde he vuelto a liarme buscando la 73 (número que nunca olvidaré) y finalmente he entrado en meta. He hecho un tiempo de unos 36 minutos.

A medida que me acercaba a la meta, iba pensando "¡vaya tiempazo voy a hacer!", "ganar, no ganaré, pero voy a estar ahí arriba fijo" y "bueno, ahora tendré que esperar un rato a que llegue Gema". Nada de eso .Cuando he entrado en meta, Agustín y Gema conversaban animadamente. Los dos habían llegado hacía rato. Pero lejos de llamarme lentorro y paquete (adjetivos de los que me consideraba acreedor), me han animado, pues decían que mi tiempo estaba bastante bien para ser la primera vez. La distancia a recorrer en mi categoría (H21B) era mayor que en la de Gema (D21B), por lo que el desfase en el crono estaba justificado. Estamos a la espera de ver la clasificación definitiva, para ver cómo de mal lo he hecho. Barrunto una meritoria última plaza. Penúltima, a lo sumo, pues no descarto que algún compañero se dejara llevar por las promesas de mejor clima de algún bar, o por su olor a panceta.

Un detalle simpático ha sido el claro desconocimiento de las reglas del juego, por parte de los lugareños. Los molinenses salían esta fría mañana a la calle para dar su paseo dominical y se encontraban decenas de jóvenes (y no tan jóvenes) correteando en mallas por sus calles, con un mapa en la mano. Y claro, les resultaba gracioso. Intentaban ayudar al corredor que, a juicio del lugareño, iba perdido, diciéndole "ahí detrás de la fuente hay una (baliza)", ajenos a que esa baliza que su sagacidad les había llevado a encontrar, con alta probabilidad estaba fuera del recorrido del corredor ayudado.

Del cocido frito de mi suegra, vianda degustada con fruición tras la prueba, hablaremos otro día.

¡Nos vemos!

sábado, 22 de enero de 2011

Nuestra vinoteca habitual

Asistíamos en la mañana de hoy a la siempre enriquecedora disparidad de opiniones de la prensa: mientras aproximadamente un 50% de los columnistas celebraban con diferentes vitoreos nuestro artículo de ayer sobre el vino que tiene Asunción, la otra mitad criticaba con aspereza la ausencia de vinos blancos en el recorrido trazado por nuestra rica geografía vinícola. El dinamismo, una excelente línea argumental y la presencia de innumerables matices entre líneas, eran objeto de halago por parte de los críticos denominados positivistas. Por su parte, el sector de columnistas comúnmente conocidos como vinoblanquistas, apenas sí destacaban algo bueno, tal vez sólo apuntaban a "la muy correcta posición de las comas, que nos han ayudado a leer el texto sin ahogarnos".

La Editorial propietaria de El Blog de Juan Antonio S.A. informa a los vinoblanquistas y al público en general que ya está trabajando en la confección de un artículo que hará las delicias de los fanáticos de esos vinos amarillentos, tan habituales delante del plato de gambas.

Hoy ha sido buen día. Tras la limpieza, el estofado de ternera, ver un rato el partido del Arsenal y tomar un café por ahí, hemos ido a nuestra vinoteca habitual. Nunca habíamos pisado una vinoteca hasta el día en que un compañero del curso de cata de vinos (aquel que hicimos hace un par de años y del que tal vez algún día os hable) nos aconsejó un vino. Éste nos dijo que "el vino xxx es algo grandioso... preguntad por él en vuestra vinoteca habitual". Y, claro, en ese momento pones cara de higo chumbo y le dices "oh, sí, claro; preguntaré por él en una cualquiera de mis diecisiete vinotecas habituales". Que levante la mano el que tenga el Mercadona (o similar) como vinoteca habitual.

Desde aquel día, perseguimos con fervor el sueño de nuestra vida: tener nuestra vinoteca habitual. Y lo conseguimos.

El lugar en cuestión se encuentra en la Calle Saavedra Fajardo (de Murcia), a unos metros del Café del Sol. Se llama Enoteca Casa Rambla. Ahora que pienso, no recuerdo si el fulano aquel dijo vinoteca habitual o enoteca habitual. Da igual, ¿no?

Con las botellas de vino rigurosamente guardadas en una bolsita de plástico, hemos venido a casa a ver al Barça. Y, de nuevo, exhibición futbolística. Pese a sufrir durante unos diez minutos (los últimos cinco de la primera parte y los cinco primeros de la segunda mitad) la presión y alguna que otra ocasión del Racing, el resto del partido ha transcurrido tal y como le gusta a Pep y al barcelonismo. Tal y como nos tiene acostumbrados este equipo: porcentaje de posesión rayando el 100%, maestría con el balón en los pies, juego rápido, ideas claras. Da la impresión de ser un juego de ordenador en modo fácil: basta con pulsar el botón de pase para que el balón vaya directo a un compañero. Sin rodeos y sin posibilidad de perderlo. Impresionante.

Zanjando el tema futbolero, os dejo un enlace a un artículo que me ha gustado. Es difícil hoy en día encontrar columnistas que analicen el fútbol entrando en detalle a nivel táctico, con precisión y claridad. Los periodistas están totalmente abandonados a sus fines comerciales y sólo saben repetir, como loros, las declaraciones de Mourinho y compañía. Otro día podemos hablar de Mourinho. O no, ya veremos.

Y mañana arrancamos la temporada de Orientación. Estaremos en Molina de Segura, primera prueba del calendario. Una cita especial, pues es la primera vez que hacemos la carrera por separado (mi costillita y yo), y por primera vez con licencia federativa. Ya os contaré...

P.D.: Hemos comprado una botella de Viñas del Vero (Somontano) y un Ramón Bilbao (Rioja). Nos han dado a probar un vino del 2000 que no estaba mal, pero no lo hemos comprado porque era demasiado barato. Sospechoso que cueste 5 euros la botella siendo tan viejuno.

viernes, 21 de enero de 2011

El vino de Asunción

Sirva esta primera línea para pedir disculpas a quien haya llegado aquí buscando vino paraguayo.

El cancionero popular español nos dejó este incomparable temazo, en el cual siempre he dudado si decía "el vino que tiene Asunción", "el vino que bebe Asunción" o "el vino que vende Asunción". Preguntado Google por tan crítico particular, el resultado (al 100% escrutado) es: 1) Vende, 6840 hits. 2) Tiene, 5310. 3) Bebe, 284. Lo cual nos lleva a descartar bebe como palabra correcta y a dudar entre vende y tiene. ¿Y ahora qué? ¿Marcamos vende? ¿Nos dejamos llevar por la intuición y decimos tiene? Uf, no sé qué hacer. A Carlos Sobera se le han acabado ya los chascarrillos y nos exige una respuesta inmediata. Allá vamos: "Yo creo que es tiene". "¿La marcamos?". "Sí". Acabamos de ganar 50 millones de euros. ¿O no?

Llega el viernes y, con él, una simpática tradición de religioso cumplimiento (salvo razones de causa mayor como calentársele a uno en exceso el morro en el Kennedy) que instauramos hace algunos meses, mi media naranja y yo: el vino de los viernes.

Es sencillo: llegada a su fin la extenuante semana de trabajo, nos reunimos para tomar un vino antes de cenar. En casa o por ahí, con irregular alternancia. Si es posible acompañarlo con un queso, jamón o aperitivos varios, mejor. Lo importante es degustar uno de los múltiples caldos que nos ofrecen los viñedos españoles, presentes a lo largo y ancho de nuestra geografía. Hablemos un poco de vinos.

Me autodefino como un gran amante del vino, a la vez que me siento representado por la archirrepetida frase: "yo no entiendo de vinos, pero sé el que me gusta y el que no me gusta". A medida que voy probando nuevos vinos, voy construyendo una opinión más consolidada sobre los que, a mi juicio, ofrecen una mejor calidad, consistencia y demás cualidades. Y reduzco mi léxico a los adjetivos es afrutado o cómo sabe a madera.

Las distintas regiones de España nos ofrecen vinos de lo más variado. Rioja y Ribera del Duero copan la mayor parte del terreno. No obstante, hay otras muchísimas regiones que, aún viéndose oscurecidas comercialmente por los dos gigantes, elaboran un producto de altísima calidad.

Un análisis somero de todas las regiones vinícolas españolas merecería un blog entero. He escogido para este artículo una de mis regiones predilectas: el Somontano. De baja producción anual condicionada por su reducida extensión, esta fría región del Pirineo oscense nos ofrece vinos que nada tienen que envidiar a los grandes.

Si tenéis oportunidad, os recomendaría que probarais cualquiera de los vinos de la Bodega Irius, caracterizada por ser una de las más avanzadas de Europa en lo que a métodos de producción se refiere. Tuvimos la oportunidad de visitarla hace algo más de un año y lo que vimos allí fue realmente sorprendente: no interviene la mano humana en prácticamente ningún momento del proceso productivo. Tanto la recolección de la uva como el trasvase del líquido entre barricas, entre otras tareas, son tareas asumidas íntegramente por robots, algo que contraviene con firmeza cualquier acción sindical, pero impresiona al ferviente amante de la tecnología. Para que veáis hasta dónde llegan los adelantos en este rinconcito de las afueras de Barbastro, tienen incluso conexión con un satélite encargado de determinar cuándo llega el momento óptimo para recolectar. El robot recibe la señal celestial y empieza a recoger los granitos de uva, uno a uno. Impresionante.

Pero no sólo de Irius vive el Somontano. Muy recomendable también el Mipanas. Un vino de muy limitada producción y excelente calidad que podéis comprar por Internet. Más sencillos de encontrar por el sur peninsular son Enate y Viñas del Vero. En definitiva, ¡atrévanse a experimentar y no se decepcionarán!

También podríamos hablar de los vinos murcianos, con Bullas, Yecla y Jumilla, como principales estiletes. Desterremos los viejos prejuicios de que los vinos de Jumilla rascan. No dejéis de probar marcas como Castillo de Luzón o Juan Gil.

Y, por hoy, lo dejamos aquí. Sed felices.

jueves, 20 de enero de 2011

¿Alquilo o compro?

Esta es una decisión que tarde o temprano han de tomar todos los individuos cuyo sedentarismo discurre de moderado a alto. En su mayor parte, los que se decanten por una trayectoria más nómada apostarán por la opción del alquiler, al facilitarles la provisionalidad y reducirles costosos trámites.
No obstante, aquellos cuya finalidad es plantar el huevo en su actual lugar de residencia y no tengan ninguna curiosidad por ver qué se cuece por ahí fuera, habrán de barajar las dos opciones.

Con el paso de los años, y desde que tengo uso de razón, nuestros vecinos han ido migrando sus costumbres del arrendamiento a la obra en posesión. En los años 80-90, se oía hablar del alquiler como una opción loable y ventajosa, y no sólo para jóvenes recién emancipados y estudiantes, que claramente copan los primeros puestos del sector.

En esta última década, si dices que vives de alquiler es motivo de vapuleo dialéctico.

¿Y qué hemos conseguido? Que no haya parejita recién casada o arrejuntada que no esté buscando vivienda para comprarse. En muchos casos, con escasa solvencia para acometer el pago periódico de las cuotas y seguir viviendo a cuerpo de rey (a esto jamás renunciaremos, tal vez sí a aquello). ¿Y dónde nos conduce esta situación? Pues a una burbuja inmobiliaria de tres pares de cojones. Desde fuera nos ven como "los españoles pagan por sus viviendas mucho más de lo que realmente valen, pero claro, como todos quieren comprar... ¡tener una inmobiliaria allí es un chollo!". Que sí, que está claro que hay muchas más causas. Que se concedieron hipotecas de muy dudosa recuperación, etc. Whatever...

Pero claro, es que alquilar es poner "dinero a fondo perdido. ¿Cómo se te ocurre meterte en un alquiler, hombre? Estás tirando el dinero. Cómprate algo cuanto antes...".

Veamos:
  • No tengo que pagar el IBI (a.k.a. La Contribución).
  • Mi alquiler no se dispara con el Euribor: yo no veré mi presupuesto doméstico descuadrado por los caprichos de la economía.
  • No tengo que asistir a las reuniones de la Comunidad de Vecinos. Puedo despreocuparme por completo de una gran cantidad de banalidades ("... es que hay vecinos que ponen la música muy alta...").
  • Si hay cualquier incidencia con alguno de los elementos del piso que alquilo, mi casero se encarga de todo: viene, arregla el desperfecto, paga los repuestos y se va.
  • En cualquier momento, con chasquear los dedos puedo migrar a climas más cálidos o menos ruidosos, si mis vecinos no son de mi agrado.
  • Si tienes dinero ahorrado por el cual obtienes un rendimiento, dejas de obtenerlo de inmediato (lo cual encarece la operación en su conjunto) pues es conveniente dar una buena entrada.
  • No tengo que verme abocado al suicidio si decido cambiar de piso (por el motivo que fuere) y no soy capaz de vender el fantástico piso que me compré y que ahora ya no quiero.
Y podría seguir, pues hay muchas más razones. Ahora seguro que el discutidor profesional (ese sujeto al que has dado cien razones para demostrar algo y te dice que no llevas razón contradiciendo una de ellas con vehemencia) dirá que "bah, ¿vas a dejar de comprarte un piso por no ir a las reuniones de la Comunidad? Yo tengo un piso y no voy a las reuniones de mi Comunidad.". Pos fueno, pos fale, pos malegro.

Eso sí, que no os quepa duda: seguiré valorando la posibilidad de comprarme un piso. El día que lo consiga, anhelaré el día de mi 68 cumpleaños para empezar a disfrutar de la vida. No le voy a deber un duro a nadie.

miércoles, 19 de enero de 2011

La Orientación

Casi siempre que buscamos una palabra en el diccionario acabamos buscando, como mínimo, dos. Buscamos orientación y nos dice "acción o efecto de orientar". De alguna forma te están cobrando por cada palabra que buscas, y tú sin saberlo. Busco orientar. Y me encuentro siete acepciones. Las leo todas. Me pregunto si la número siete, relativa a la Marina, podría ser aplicada a cualquier otra materia. Reza así:

7. tr. Mar. Disponer las velas de un buque de manera que reciban el viento favorable.

¿Nos quiere decir que el buen navegante orienta las velas hacia donde la dirección del viento aconseja? Manda carallo. Si es así, yo me pregunto por qué no añaden estas nuevas acepciones:

8. tr. Teleco. Disponer la antena parabólica de manera que reciba la señal del satélite deseado.
9. tr. Zascandileo. Disponer la cabeza hacia la puerta del bar para mirar a las dos que acaban de entrar.

Estos de la RAE...

Hoy vamos a hablar de la Orientación, como deporte. Es un deporte muy poco conocido por el aficionado deportivo medio. Ni siquiera el asiduo practicante de actividades outdoor suele haber oído hablar de él.

Pese al desconocimiento generalizado, se trata de un deporte casi tan antiguo como el fútbol que vio la luz en el norte de Europa, principalmente en Noruega y Suecia. Originariamente era un ejercicio incluido en las prácticas militares. Ahora, es un deporte reconocido internacionalmente que cuenta con un importante número de practicantes federados. En España, la FEDO se encarga de organizar las competiciones nacionales. En Murcia, hace lo propio la FORM, que ha estrenado web recientemente. En ésta última podréis consultar el calendario de carreras para el año 2011 así como información muy completa sobre cada prueba, clasificaciones, relación de clubes federados (apuesto a que tienes un club mucho más cerca de lo que te piensas) y mucho más.

¿Y en qué consiste una prueba de orientación? ¿Cómo me oriento? ¿Me "sueltan" en medio del bosque y mi objetivo es sobrevivir? ¿Me despido de la familia con los ojos empañados diciéndoles "os quiero mucho" y "perdonadme por todo"? Siempre es bueno ser cariñoso con los nuestros.

La prueba de orientación es una carrera y, como tal, el objetivo es hacer mejor tiempo que el resto de participantes. Y, por supuesto, al igual que en cualquier otra disciplina deportiva, hay que cumplir unas reglas de juego. En una prueba de atletismo, las normas son relativamente sencillas de comprender y cumplir: no salirse del trazado señalizado por la Organización, no obstaculizar al resto de participantes, etc. En una carrera de orientación, la cosa se complica: tenemos que ser capaces de llegar de la salida a la meta, pasando inexorablemente por una serie de puntos intermedios estratégicamente colocados por la Organización de la prueba, generalmente el club local. Dado que lo más complicado es encontrar dichos puntos (llamados balizas), la competición se desarrolla en modo contrarreloj, es decir, no salen todos los corredores a la vez sino en intervalos de un minuto (como mínimo). Si no se hiciera así, el primero iría en clara desventaja.

Para conseguir nuestro objetivo, la Organización nos entrega un mapa y nosotros llevaremos una brújula. Antes de lanzaros a participar en una prueba, os recomiendo que estudiéis un poco. A continuación os dejo una serie de enlaces que os servirán, a modo de introducción, para familiarizaros con los elementos topográficos básicos: las curvas de nivel, las sendas, las ramblas, así como los tipos de suelo (boscoso, transitable, despejado) y muchos aspectos más.

Introducción a la Orientación (por la FADO - Federación Andaluza de Orientación)
Un blog con varios artículos de iniciación a la Orientación

Curso de Orientación (el mapa, la leyenda, la brújula, etc.)

El mapa explicado (FADO)
Descripción de los controles (por la FORM)

OJO: Tras leer alguna de estas introducciones, que nadie se asuste ni piense que esto es muy complicado. Como en todo, alcanzar la maestría requiere años de práctica y sacrificio. Pero para empezar a divertirse, no es necesario saberlo todo. Con entender algunas nociones básicas, como por ejemplo los distintos colores del fondo (representan el tipo de suelo por el que pisaremos), identificar los caminos y algunos elementos significativos como las piedras o los árboles, es más que suficiente para lanzaros.

La primera carrera del año será este domingo 23/01/2011 en Molina de Segura. ¡¡Recorrido urbano!! Es como una carrera popular por el pueblo, pero buscando balizas escondidas.

Os aseguro que si probáis, ¡repetiréis!

martes, 18 de enero de 2011

Se nos fue CNN+

Raro era el día que no sintonizaba CNN+ en algún momento. A veces, lo tenía de fondo durante horas, concatenando informativos y tertulias. Diría que fue el responsable de empezar a enderezar mi forma de emplear el escaso tiempo de asueto diario. Me hizo introducirme y apasionarme, cada vez más, por la información, las noticias, las crónicas, los debates, la opinión. La pluralidad. Lejos de lo que se estila hoy en día en los platós, CNN+ era diversidad de pensamiento, argumentación, respeto. Todos sabemos de qué pie cojea cada uno. Aquí podíamos asistir, con más pacifismo que crispación, al enfrentamiento de las dos caras de la moneda. Y aprendíamos mucho, todos los días. Sin excepción.

La vacante ha sido ocupada por un apasionante canal Gran Hermano 24 horas. Interesante otrora, ahora es todo un insulto a la inteligencia humana. Si preguntáis a vuestros amigos y conocidos, muchos os dirán que vieron la primera edición, incluso tal vez recuerden los nombres de algún que otro concursante. En aquel momento se abría la puerta a un nuevo paradigma televisivo: la vida en directo, lo que cautivó a un número considerable de espectadores. Aquellas conversaciones entre Iván e Ismael, el affaire del médico y la nadadora, la peluquera y el gallego, ¿quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza? ¿Quién?, reconozco que llegué a engancharme en algún momento. Tenía ese punto hipnótico que siempre he aplaudido en televisión. Incluso se podía llegar a aprender algo. ¿Y ahora qué? ¿Habéis sido capaces de aguantar diez segundos de programa? El elenco de personajes actual no difiere mucho del que obtendríamos si, de forma aleatoria, realizáramos un escrutinio en cualquier pabellón de deficientes psíquicos, con mi más sincero respeto para este colectivo.

Tal vez no sea una cuestión de actores: quizá lo que triunfó fue la novedad de la fórmula y la excesiva insistencia en ella la ha agotado. No sé. El caso es que sigue reeditándose el bodrio, año tras año.

Pero lo peor de todo, es que tenemos la tele que nos merecemos. CNN+ cierra porque no vende. En definitiva, lo que quiere la mayoría. Aquí vende Belén Esteban y toda esa manada. Los que han vendido su vida por un puñado de dólares. Visto esto, me planteo muchas cosas. ¿Cómo podemos esperar un mínimo de lógica en los resultados, por ejemplo, de los procesos electorales? ¿Quién gana? ¿La mayoría elige? Uf, qué miedo me da...

lunes, 17 de enero de 2011

La Ley Anti-tabaco

A los fumadores les han jodido. Aunque podríamos extraer efectos colaterales como que gracias a la nueva Ley lo tendrán más fácil para dejar de fumar, les han jodido. Imaginemos al fumador más irreductible: consumidor de, al menos, un paquete diario y ninguna intención de abandonar el hábito. Ningún interés real en dejar de fumar, salvo cuando llega ese día en el que escucha del médico las famosas palabritas: "o lo dejas, o la palmas". En ese momento, algo que parecía una afrenta de proporciones bíblicas, se transforma en tarea de lo más asequible. Y lo deja de un día para otro. "Tío, es que el médico me dejó las cosas claritas...". Como ese momento está muy lejos de llegar para la mayoría, obviémoslo. Este señor no tiene ninguna intención de dejar de fumar. Además, no concibe un café sin un cigarro paralelo, y no concibe un amanecer sin un café. Huelga decir que no concibe un día sin un amanecer, pero entonces estaríamos convirtiendo a nuestro prototipo de fumador en Arturo Fernández, epítome del romanticismo, y nos desviaríamos del tema.

Esta jodienda que sufre nuestro protagonista, le hace estar rabicundo, irascible, nervioso, ansioso. Indignado con la Ley, con el Gobierno, con los no fumadores, con los niños, con los parques, con las puertas de los hospitales y con todo aquello que no huela a tabaco. En ese punto, llegamos los no fumadores a explicarle lo bueno que va a ser esto para todos y lo mal que lo estábamos pasando hasta ahora. Insistimos en hacerle razonar. Que si mi ropa siempre huele a tabaco. Que si no tengo por qué respirar tu humo. Que si ya está bien de molestar. Etcétera. El fumador se defiende encolerizado, alegando que "te puedes ir a un bar de no fumadores", "si te molesta el humo, no entres", "no tienes por qué prohibir fumar en un bar, ya que no es un sitio público; es como prohibir fumar en una casa particular" o la que más me divierte: "no me gusta que me prohiban cosas". El no fumador, visiblemente irritado y elevando el tono de la conversación a un clima que roza la pelea de gallos, le dirá que "no hay bares de no fumadores", "si te molesta a ti que no se pueda fumar ahora, no entres tú", "el bar es el centro de trabajo de los camareros, y como tal, se tiene que someter a las mismas reglas que cualquier otro local" y "nuestro sistema legal se basa en derechos, deberes, prohibiciones...", respectivamente. Estas y otras razones las podemos encontrar en un artículo de Ignacio Escolar, del derecho y del revés.

Y no acabamos nunca. ¿Quién lleva razón? Realmente nadie. Precisamente porque no es una discusión establecida desde la razón. Un fumador no enciende un cigarro porque le parezca lo más lógico en ese momento. Al igual que no siempre esgrimirá sus argumentos de rechazo a la nueva Ley apelando a la coherencia. Es un debate creado por la ansiedad, la angustia, el nerviosismo. El vicio. Yo he sido fumador y les entiendo. Vaya si les entiendo, vive Philip Morris.

¿Qué propongo? Los no fumadores no tenemos que entrar en esas discusiones. No nos acaloremos. No tenemos que plantearnos cada conversación como un partido en el que hay que dejar la portería a cero. Podemos empatizar con los fumadores. Tratemos de entenderles y respetemos su posición. La Ley nadie la va a cambiar (por ahora, claro). Debemos animarles, hacerles ver puntos positivos, como que ahora podrán dejar de fumar con mucho menos esfuerzo, que les gustará la sensación de llegar a casa con la ropa oliendo a colonia. A medio plazo, y tras tener que excluirse repetidas veces de la tertulia en el momento más animado o perderse el gol de Iniesta por culpa del cigarrito en la puerta del bar, valorarán seriamente la posibilidad de dejarlo.

No se lo pongamos más difícil.

P.D: Y por favor, no politicemos hasta el agua de los floreros. Demostremos sentido crítico: no podemos rechazar todo cuanto haga ZP, sólo porque "hay que cargárselo para que vengan los míos y arreglen el país". Además, el PP estaba muy de acuerdo con la nueva Ley.

domingo, 16 de enero de 2011

Estamos todos locos

¿Hay mayor placer humano que volverte a meter en la cama un domingo a las 8 de la mañana tras volver de vaciar tu (a buen seguro repleta de cerveza) vejiga? Esos cinco primeros segundos en los que empiezas a estirar y encoger las piernas, notando el tacto de las sábanas, el calor de las mantas, la dureza o blandura de la almohada (va en gustos)... y otras tantas sensaciones juntas. Esta mañana he renunciado a tamaño placer, con el único fin de calzarme las zapatillas (y el resto del equipamiento) y salir a correr. A las ocho y media de la mañana, ahí estaba yo, con mi camiseta de manga larga, mi cinta en el pecho (¿por qué está siempre tan fría cuando me la pongo?), mis mallas largas (estrenando regalito de Reyes) y las ya mencionadas zapatillas de correr.

El motivo número dos que me confirma la locura en la que andamos sumidos, son los dolores. En minúsculas, no estoy hablando de pedanías. En minúsculas pero en plural. En cuestión de semanas, he pasado de ser ese admirado sujeto cuya fuerza de voluntad le permitió abandonar la senda de la panceta y ponerse en una forma envidiable, a ser ese otro que camina renqueante, que acaba antes explicando las partes que aún están sanas.

Así pues, superado (por ahora) el dolor de la planta del pie y todavía no superado del todo (aunque sí mejorado ostensiblemente) el dolor de la rodilla derecha, he pensado: "bah, si no me duele tanto". Y me he lanzado a la calle. Craso error. Un rato más tarde, he tenido que pararme y dar la vuelta. Y lo que es peor, volver hasta casa andando. En estos días en los que salgo con dudas, debería quedarme a dar vueltas a la manzana. Pero no. Me he ido a estrenar nueva ruta. Y ahí está el tercer motivo de locura: si tienes dudas de si vas a poder completar el recorrido, no te vayas a tomar por culo de casa.

En cualquier caso, hoy he ido por primera vez por la orilla del río Segura. He bajado por la Avenida de la Fama, y una vez finalizada ésta, he girado a la derecha para colocarme paralelo a la barandilla. Recorrido bonito, sin duda. Un ratito después, el asfalto se transformaba en tierra. La neblina devenía en niebla. La primera vez que hacía este recorrido y no veía a más de dos metros de distancia. Y me he quedado sorprendido de ver tanta gente por ahí, a las nueve de la mañana. Andando, corriendo, en bici... gente que sale a hacer deporte, en general. Me he sentido bien. Espero poder volver la semana que viene, a ver si esta vez sin dolores.

Y si necesitáis confirmación definitiva de que estamos locos, aquí tenéis un vídeo. Encended los altavoces.

sábado, 15 de enero de 2011

¡Arrancamos!

No sé si por falta de ideas, un exceso de autoexigencia creativa o por simple dejadez. El caso es que la discontinuidad en la actualización de No Seas Gamboa ha acabado por dejarlo en el olvido y hacer que parezca pertenecer a un pasado lejano. Aquel blog en el que contábamos nuestras juergas...

Ahora, cuando todavía estamos medio atragantados con las uvas de Nochevieja, quiero bautizar este nuevo proyecto. Mi nuevo blog personal. Sin saber muy bien sobre qué voy a escribir, me he puesto manos a la obra. Objetivos marcados hay pocos, tal vez sólo uno: la constancia. Dentro de unos meses veremos si publicar en el blog se ha incluido dentro de la lista de mis actividades esenciales, como dormir, ir a trabajar, hacer la compra o salir a correr.

Espero que podamos hablar de todo un poco: opinar sobre los temas de actualidad, sobre las cosas que nos pasen, sobre las cosas que nos preocupen o nos hagan reflexionar. No importa el qué. El caso es hablar de algo. Porque sí. Porque me gusta escribir. Porque me gusta ver cómo me pongo a contar una cosa y no soy capaz de bajarme de las ramas hasta el tercer párrafo. Porque me gusta quejarme de que nadie me lee y que me digáis que sí. Porque leo a la semana cientos de blogs diferentes y creo que merezco un huequito entre ellos. Porque hay que añadir ingredientes al guiso para que esté sabroso. No seguiré dando razones, pues empiezo a parecer uno de esos anuncios de la tele en el que una voz en off con acento argentino nos insta a consumir un producto.

Aquí os espero.