martes, 1 de marzo de 2011

Curando lesiones

Hace un ratito volvía a casa tras la primera de nosecuantas sesiones de fisio, prescritas por el médico con el firme objetivo de averiguar si estoy viejuno o si tengo una lesión transitoria de la que pronto me recuperaré. Confío en que el veredicto apunte a la segunda opción o, al menos, a una combinación de ambas.

El lugar, una de esas clínicas de fisioterapia en las cuales reina la paz: hilo musical, apenas una o dos personas transitando por ahí, todo muy ordenado, muy cálido.



Esta fisio es la tercera persona que examina mi rodilla en las últimas semanas, tras mi médico de cabecera y la doctora del servicio médico de mi empresa. Los tres coinciden en lo mismo: "pues no te duele ninguno de los puntos que te he tocado: eso significa que lo mismo tienes una cosa que tienes otra...". Lo importante es no reconocer que se han dejado un punto por tocar.

Lo mejor ha sido el principio. No me esperaba tener que ponerme unas supergafas oscuras para que me trataran la rodilla. "Es que esto es láser, y ya sabes, hay que llevar protección". Pues nada, protección. Me he sentido Bono con las gafas esas.

El siguiente paso ha consistido en la aplicación de corrientes. No sé muy bien qué fin persiguen ni cuál es su principio activo. El caso es que me han colocado una cinta azul con un chisme amarillo -conectado a una máquina- alrededor de la rodilla y al cabo de un ratito he empezado a sentir un hormigueo. La chica se ha ido y me ha dejado solo, no sin antes evidenciar que estoy tonto de capirote: "Dentro de unos minutos, cuando la rodilla se te acostumbre, no te molestará tanto la corriente, entonces le daremos más potencia; te dejo la máquina aquí al lado y le das tú, ¿vale?". "Vale". "Sólo tienes que pulsar este botón y después girar la rueda esta para ir aumentando la potencia". "Vale". "Cuando pulses el botón se encenderá esta lucecita y entonces podrás girar la rueda". "Vale". Transmitidas las instrucciones, se disponía a trasladarse a otra sala a atender a otro paciente, momento en el que la lucecita se ha apagado y yo me he puesto nervioso: "¡eh! ¡La lucecita se ha apagado!". "Ya. Sólo tienes que darle cuando vayas a aumentar la potencia". Se ha mordido la lengua para no añadir: "tal y como te acabo de explicar, tontobobo...". Me he identificado con los protagonistas de una magnífica escena de los Monty Python, en su película Los Caballeros de la Mesa Cuadrada. El rey del castillo de Swamp da precisas instrucciones a sus guardianes para no dejar salir a su hijo, el Príncipe Herbert. Estos, no sin esfuerzo, finalmente comprenden las instrucciones... o tal vez no. Os dejo que la veáis.

En definitiva, intentaré ser paciente. Creo que esta es la primera vez en mi vida que no puedo practicar deporte por lesión. Principalmente, porque hasta el año pasado no había practicado deporte alguno, al menos con cierta intensidad. Un ocasional partido de fútbol-sala cada seis meses, no cuenta. Esta vez, las consecuencias morales son peores: tenía en mi planning alguna que otra media maratón para esta temporada invierno-primavera. Y me jode perdérmelas. Pero bueno, paso a paso.

En el viaje de vuelta hacia casa, he ido reflexionando sobre dos temas de suma gravedad y de los que tal vez postearé en los próximos días: 1) Las injustificadas prisas que siempre tenemos para todo y que nos causan muchos más perjuicios que beneficios y 2) me preguntaba si el verdadero problema del mundo, a día de hoy, es que sobra muchísima gente. Y en este caso hablo de cantidad (lo otro es obvio).

2 comentarios:

  1. Me identifico plenamente con la sensación de ser idiota que te queda cuando compruebas que no has entendido cómo se hace eso que te acaban de explicar con cara y tonillo de "esto es muy muy fácil, pero te lo explico despacico para que aún te sea más fácil". Y en teoría lo entiendes, pero cuando llega el momento de ponerlo en práctica (o aún no era y tenía que esperar el pitido o la luz verde?), te sientes desconcertado, sin saber si seguir esperando, darle a algún botón, o pedir el comodín del público.
    Me estoy haciendo adicta a tu blog!

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  2. Jeje, por un momento creía que ibas a hablar de "the machine that goes 'bing!'": http://www.youtube.com/watch?v=arCITMfxvEc

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