Tras mis dos últimos artículos, ambos de marcado carácter futbolero, apuesto a que el 95% habéis encarado éste convencidos, por su título, de que os iba a deleitar con las mejores filigranas de El Buitre.
No van por ahí los tiros.
Hemos asistido en las últimas semanas al apretamiento de cinturón que sugieren las medidas adoptadas por el Gobierno de la Región de Murcia, de la mano de su presidente Ramón Luis Valcárcel. Como medidas más impopulares, destacan el aumento en la jornada laboral de los funcionarios, pasando de 35 a 37,5 ó 40 horas -en función de si el interfecto está adscrito a dedicación normal o especial-, o algunas otras reformas que afectan principalmente al personal sanitario.
Siempre lo pensaré cien veces antes de juzgar negativamente la actuación de un gobierno, sea nacional o regional, en lo que a este tipo de actuaciones respecta. Asumo que no hay medida más impopular y que castigue más a un gobierno que reducir privilegios al votante. Cuando lo hacen, por algo será, siempre me digo. Ésta no es una excepción.
El asunto seguirá dando de qué hablar en las próxmas semanas. Asistiremos a la evolución del programa de recortes, que probablemente se verá modificado tras las correspondientes negociaciones con los sindicatos.
Por otra parte, hoy he leído una nota de prensa que, cuanto menos, invita a la reflexión: La Región de Murcia concentra el 8,1% de las autovías autonómicas españolas
Y me pregunto: ¿no parece haber una cierta colisión entre una noticia y otra? ¿Es compatible promover recortes porque estamos en crisis y, paralelamente, exponer públicamente el buen trabajo que se está haciendo en la construcción de carreteras? ¿Es imprescindible que el desplazamiento entre dos pueblos cualesquiera discurra por autovía?
Como usuario del sistema de carreteras, me favorece el ahorro de algunos minutos en el trayecto de Murcia al Puerto de Mazarrón desde que se abrió el tramo de autovía de Totana a Mazarrón; pero si estos avances son a costa de poner en peligro la continuidad del estado del bienestar en la Región, tal vez prefiera seguir yendo por la comarcal de toda la vida.
¿Qué pensáis? ¿Pensáis que este gasto es un grano de arena en el desierto y, por tanto, carece de sentido cuestionarlo? ¿Consideráis que estas mejoras en las infraestructuras son positivas por el simple hecho de generar empleo?
P.D.: Paradójicamente, la comarca del Altiplano (Jumilla - Yecla), una de las más transitadas de la Región por ser vía de comunicación entre Andalucía y Valencia, es la única que aún no dispone de autovía.
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