Recientemente, en EBDJASA hablábamos sobre la profunda crisis que castiga con fiereza a una gran parte de los ciudadanos de este país. Y como nunca me ha gustado acometer la resolución de un problema si considero que existe otro subyacente sin la resolución del cual, no podemos resolver el principal, me negué a disertar sobre éste sin antes reflexionar sobre aquél.
En aquella entrada, mi mensaje era: sí, hay una crisis económica profunda, los números hablan por sí solos; pero el verdadero problema somos nosotros. Si no actuamos sobre nosotros mismos, estaremos toda la vida aplicando paños calientes en la herida. Y, no sé vosotros, pero yo prefiero ser operado a perennizar el antiinflamatorio.
Y dicho esto, ¿cómo actuamos sobre la crisis económica? Desde la experiencia/conocimiento económico, y el sentido común. De esto me sobra (no tengo abuela), pero de aquello carezco, al igual que la gran mayoría. A ti que eres programador informático: ¿te imaginas a un economista leyendo uno de tus programas y opinando sobre la construcción de tus bucles o la parametrización de tus funciones? O a ti que eres periodista: ¿te imaginas al mismo economista acusándote de abusar del oxímoron?
Pues lo hacemos todos continuamente. Opinamos de lo que no sabemos y, lo que es peor, creemos llevar razón. No estoy en contra de quien opina, al contrario, yo también me incluyo en ese "todos". La recolección selectiva de opiniones -más cualificadas o menos- produce una cosecha intelectual de lo más rica. No obstante, siempre me opondré a quien crea tener la solución a todos los problemas, tratándolos siempre desde el desconocimiento profundo y la siempre presente demagogia.
Algunos ejemplos son: "lo primero que hay que hacer es cargarse a todos los funcionarios que sobran, que son muchos". Quien asevera esto, ¿qué propone? ¿mandarlos a todos al paro sin remisión? ¿Incrementar las cifras negativas de desempleo a cambio de nada? Y otra perlita: "lo que hay que hacer es eliminar los gastos superfluos como, por ejemplo, las fiestas de los pueblos". Y yo me pregunto: si tengo un problema compuesto por otros treinta, ¿cuál debo resolver primero? ¿El que menos consecuencias desata su impopular resolución? ¿O aquél que más me acerca a mi objetivo global? Lo diré con un ejemplo: si tu economía empeora y te cuesta llegar a fin de mes, ¿el primer gasto a suprimir sería el periódico de los domingos?
Naturalmente, yo no tengo la solución. Entiendo que hay que buscar un conjunto de medidas que nos acerquen a la generación de empleo y a reducir el déficit. Y, para esto, no creo que debamos eliminar funcionarios, sino contratar más: construir un equipo fuerte, solvente, cualificado, motivado y capaz de aportar ideas. Gente que sea capaz de profundizar en la verdadera raíz del problema y atacarlo. Necesitamos inventar la figura del cirujano económico.
Este grupo trabajaría también en optimizar procesos: las Administraciones Públicas incurren continuamente en gastos que, con algunos ajustes sin demasiada repercusión, podrían ser mucho menos nocivos para las arcas. Estoy seguro de que se puede ahorrar mucho, sin demasiado trastorno.
Trabajemos a partir de ahí, que no es poco. Y busquemos nuevas formas de exportar lo que tenemos. Reinventémonos.
Aplaudo tu análisis. Nada que añadir que lo mejore.
ResponderEliminarEl vino ha hecho mella en mi cerebro, y soy incapaz de escribir algo inteligente y sagaz.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, lo que ocurre, es que todos, a pequeña escala, somos economistas, como mínimo de nuestra casa. Por ello creemos, inconscientemente, que sabemos sobre ello. Pero claro, la macroeconomía, eso es otra cosa. Desde luego los gobiernos deberían plantearse dejarse asesorar por verdaderos analistas en el tema.
No sé si lo que he dicho tiene sentido, pero como he dicho, el vino es lo que tiene.....
Ójala nos podamos reinventar, pero el problema visto desde el sentido común no desde el conocimiento, es que los políticos están más preocupados en ganar votos que en solucionar los problemas económicos. Por eso nunca le harán caso al mejor analista económico, si su solución tiene coste electoral. ¿Por qué el Zapatero pasó de Solbes cuando dijo que no se dieran los 400€?
ResponderEliminarhttp://www.libertaddigital.com/economia/solbes-admite-que-las-medidas-electoralistas-agotan-su-margen-de-maniobra-contra-la-crisis-1276330981/
Yo creo que has dicho una de las claves, Alfonso.
ResponderEliminarEn estos tiempos que corren en los que el Congreso de los Diputados es la versión de Tómbola del siglo XXI, la prioridad de los políticos está muy lejos de ser el altruismo.
Yo veo otro gran problema en este país, muy relacionado, en el fondo, con lo que comentas: el sistema educativo.
ResponderEliminarCada vez tengo más claro la importancia que tiene crear buenas cabezas. Es un potencial de futuro para cualquier país (siempre que no se las lleven, claro).
Supongo que ahora lo prioritario es buscar soluciones a la crisis actual, pero para que las crisis venideras no nos pasen tanta factura, sería fundamental invertir todos los esfuerzos en la educación. Lo veo una inversión de futuro incalculable.
Y de hecho, esos cirujanos de los que hablas, ¿no serían precisamente gente competente y cualificada con una inmejorable formación y experiencia? Y la pregunta es: ¿existen en España? y lo que es peor..¿existirán algún día?